El privilegio de perderlo todo
De ninguna manera quería que la primera entrada del blog fuera esta, un asunto profundamente personal, pero David me pidió que escribiera de lo que fuera y pues aquí estoy, en modo catarsis.
Espero que si alguna persona, de las 9.200 que hacen parte de esta familia, lee este blog en algún momento, pueda sentir el abrazo que quiero enviarle en estas palabras particularmente.
Mi nombre es Yuliana Díaz, soy la fundadora de terra y una escritora frustrada, tengo 30 años, trabajo en el gremio de la agricultura desde que tenía 6 años y en este momento estoy pasando por el peor momento de mi vida, aun así aquí estoy, siendo las 2:53 am, en terra mi lugar seguro.
No puedo precisar detalles para contextualizar el por qué este es el peor momento de mi vida, tampoco quiero que esto sea un blog de tristeza y desasosiego, todo lo contrario, “esculco” bien adentro de todo mi desanimo para encontrar una luz optimista sobre la cual escribir hoy, esa luz se llama privilegio.
¿Qué es el privilegio? ¿para ti qué es? Si me hubieran preguntado eso ayer tipo 8:00 am, hubiera respondido que el privilegio era lo bueno que tenia y ya sin más, una respuesta simple y vacía, sin mucho que pensar. Si me lo preguntan hoy, diría que el privilegio es poder entender que nada nos pertenece y que aceptar eso es en si el mayor privilegio, nos ahorraría muchas tristezas, pero sobre todo el padecimiento del “hubiera”.
Aceptar que nada nos pertenece es una lección de la cual poco o nada se nos enseña, ¡qué profunda lástima!, saberlo sería la manera más linda de entender por qué pasan las cosas que pasan o seria la manera más sencilla de simplemente no preguntárnoslo.
Yo he perdido muchas cosas en mi vida, perdí la oportunidad de tener un padre, el éxito de muchos negocios, perdí amigos, amores, la tranquilidad y la seguridad, perdí al ser que más amaba en el mundo, perdí la abundancia de terra y perdí la esperanza, ahora mismo. Pero en este momento siendo las 3:17 am entiendo que nada de eso era mío y que aceptarlo hace más llevadera cualquier sensación.
¿Cómo hablar de privilegio cuando dices que no tienes esperanza? Ayer mientras recibía la noticia de haber perdido a mi mejor amigo, lo único que me hizo sentir mejor fue pensar en el privilegio, de todos los momentos que pasamos juntos, de los días en los que me despertaba y era lo primero que veía, en lo afortunada que había sido de tenerlo por 10 años, encontraba consuelo en saber que nos habíamos amado con toda el alma, pero sobre todo que nos lo demostrábamos siempre, todo el tiempo. También me alivió pensar que tenia un motivo para despertarme hoy, una empresa con mucha gente esperándome, una familia mirando expectante como iba a ser mi lucha, muchos abrazos y el recuerdo de quien me lo dio todo, a quien le di todo lo más lindo de mí.
Cuando perdemos a alguien, cuando perdemos un sueño, cuando nos rechazan en un trabajo, cuando nos sentimos solos, cuando estamos quebrados, sin un peso en el banco, sin un balance positivo, cuando no tenemos una idea ganadora, cuando creemos que el otro es mejor, cuando sentimos una profunda tristeza y no podemos explicar por qué, cuando dejamos ir a quien amamos, cuando nos damos cuenta que nos equivocamos, cuando sabemos que no luchamos lo suficiente, cuando estamos arrepentidos, cuando nos sentimos estancados, sin ganas, sin esperanza, cuando estamos enfermos, solos y sin saber a donde ir, el mejor lugar es la palma de nuestras manos, ábrelas, míralas, cierra los ojos y oblígate a agradecer por ellas, ahí en ese lugar esta el espacio para recibir, el verdadero privilegio, ese es el lugar que tienes para abrigarte la cara cuando no puedes más, el lugar que manifiesta tus ganas de orar y pedir, una parte de tu cuerpo que puede amar y lastimar, pero sobre todo son la parte de tu cuerpo que puede ayudarte a cubrir tus ojos, a concentrarte en agradecer por cada punto débil en tu vida, son las que pueden secar tus lágrimas, las que pueden levantarte, las que extiendes cuando necesitas ayuda y cuando necesitas darla.
El ejercicio de agradecer recordando cada momento bueno en tu vida es un privilegio, algunos no tienen memoria y van por la vida haciendo una lista de desgracias, compitiendo con el mundo por el primer lugar del más desdichado, hay muchos peleándose el primer puesto.
Hoy en medio de mi vulnerabilidad escribo para que no compitas ahí, ni siquiera sintiendo el vacío más grande, luchar por ser parte del ranking del más afortunado va a valer la pena y no te lo van a medir por cuanto ganes o cuanto tengas, vas a ganarte el primer puesto por que eres al que menos le falta, para ser feliz, para creer, para luchar.
Los reyes del mundo son las personas que sienten que no les falta nada por que sienten que ya lo tienen todo, aunque los otros no lo crean.
Los reyes del mundo son los que encuentran el privilegio en perderlo todo, porque solo ahí está la verdadera oportunidad para tenerlo TODO.